El neurodesarrollo es un proceso que dura unos 20 años, en el que los factores genéticos y ambientales –biológicos o socioeconómicos– están íntimamente relacionados e influidos entre sí.
Ya sé que no es la primera vez que lo explico en el blog (ni será la última 😉 ), pero es porque es muy importante saber que el desarrollo del cerebro, y el de todo el sistema nervioso central, es un proceso acumulativo.
Primero se forman los circuitos básicos, que rigen las acciones más elementales –como escuchar, andar o hablar– y sobre estos se sustentarán las conexiones y vías nerviosas que permiten las conductas más complejas que irán apareciendo más adelante. Así que la construcción de los circuitos que se forman primero es fundamental para que el proceso tenga buenos cimientos.
Esta entrada no va de acelerar el neurodesarrollo para que un niño sea más precoz, va de asegurar que estos cimientos se armen bien sólidos.
Por María José Mas