Desarrollo del lenguaje y hablar: ¿es lo mismo?
Lenguaje y habla
La comunicación humana es un instinto muy poderoso.
Para que un niño empiece a hablar es suficiente un entorno en el que las personas se comuniquen. Entonces, si el niño no tiene ningún problema en su neurodesarrollo, el lenguaje surge solo, “como por arte de magia”.
El lenguaje permite a los humanos transformar las ideas en elementos de comunicación (palabras), al hablar transformamos esos elementos en sonidos articulados humanos.
Hablar es pues emitir palabras, comunicar oralmente nuestras ideas.
La complejidad del habla humana
Hablar es muy complejo. El cerebro debe traducir las ideas en palabras y luego coordinar unos 70 músculos para articularlas en sonidos.
En este vídeo, una resonancia magnética en tiempo real, podemos hacernos una idea de esta complejidad. [15 segundos]
RM en tiempo real de la articulación de la frase: 欢迎来到马普协会科学美术馆 (Bienvenidos al Museo del Arte del Instituto de la Ciencia Max Planck).
¡Impresionante!, ¿verdad? Los labios, la lengua, el paladar, la úvula, la epiglotis, las cuerdas vocales… todos los elementos móviles del aparato fonatorio deben colocarse en una posición determinada y apoyarse en los elementos fijos –paladar duro, dientes– para hacer que el aire al pasar silbe, vibre, resuene, se frene, tenga un tono agudo o grave y se produzca un sonido con sentido para el que lo recibe.
El español es una lengua hablada por unos 500 millones de personas que habitan en 21 países que lo tienen como lengua oficial. Se puede distinguir el origen de una persona por su acento, que cambia según la zona geográfica, el estrato social y su nivel cultural. De manera que es difícil decir cuantos fonemas (sonidos de letra) tiene una lengua. En la mayoría de sus variantes el español consta de al menos 18 fonemas consonánticos y 5 vocálicos, pero cada sonido es muy variable dependiendo de los otros sonidos que lo acompañan en la palabra y del origen del hablante.
Además el español usa sonidos procedentes de otras lenguas, de las que importa palabras (sushi), o sonidos por convivencia (sonido de la letra uve en tierras catalanófonas) o de onomatopeyas (¡hiaaa!, del rebuznar de un burro)… Porque la capacidad fonatoria no queda limitada por el idioma que uno habla.
Cada uno de esos sonidos debe además combinarse para formar palabras y frases en un proceso que, con el tiempo y la práctica de varios años, se va agilizando.
Viendo la complejidad de este proceso, resulta menos sorprendente que muchos niños presenten dificultades cuando empiezan a hablar.
Cerebro y lenguaje
La corteza cerebral tiene una organización topográfica muy jerarquizada, esto significa que sus distintas partes se especializan en realizar distintas funciones de forma organizada, de modo que unas regiones se especializan en el movimiento, otras en la audición, otras en el lenguaje… y luego funcionan como un todo interconectándose entre sí para realizar sus funciones coordinada y coherentemente.
El neurodesarrollo es el proceso de maduración cerebral por el que se produce ordenadamente esta organización.
Aún no sabemos por qué mecanismos precisos se adquiere el lenguaje, pero es una función tan compleja que implica extensas áreas del cerebro. Tanto de la corteza cerebral, auditiva y motora, como de las estructuras más profundas –ganglios de la base–, que se interconectan entre sí y con el resto del cerebro para poner en palabras nuestras ideas, emociones y sensaciones.
En el siguiente gráfico se esquematizan las estructuras cerebrales que sustentan los distintos procesos que llevan de la comprensión de palabras a la emisión de una respuesta.

La lectura y la escritura, productos culturales, implican además a las áreas visuales y a las áreas motoras de la mano dominante.
El lenguaje es un esencial humano, es imprescindible para nuestra supervivencia como individuos y como especie.
Etapas del desarrollo del lenguaje
El desarrollo del lenguaje, sucede sobre todo en los 5 primeros años de vida.
El niño aprende primero a escuchar y a distinguir las palabras y sus sonidos (corteza auditiva), después comprende que esa palabra representa una idea áreas de asociación de la corteza frontal y temporoparietal) y por fin aprende a decirla (área de Broca en el lóbulo frontal).
La identificación de sonidos y su discriminación se completa hacia los 9 meses de edad. Mientras que al nacer un bebé puede diferenciar con claridad los fonemas de cualquier idioma, poco a poco va perdiendo esa capacidad, de modo que a hacia los 9 meses un niño es mucho más sensible a los fonemas de su lengua materna y le cuesta diferenciar los de las otras lenguas. Esto explica porque los asiáticos no pueden distinguir bien la erre de la ele, o porque los europeos no discriminamos la enorme variedad de sonidos vocales de las lenguas asiáticas. El acento se adquiere a edades muy tempranas, a la mayoría de personas les resulta muy difícil adquirirlo más tarde.
La sintaxis se aprende por inducción de las reglas gramaticales. Los niños escuchan a los hablantes de su entorno y de algún modo son capaces de identificar la estructura sintáctica de su lengua interiorizándola de forma natural. Hacia los 6 años un niño es totalmente competente en su propio idioma.
El vocabulario, sin embargo, se amplía a lo largo de toda la vida.
Pero las competencias lingüísticas no se limitan al lenguaje hablado. La lectura y la escritura, que se adquieren después de hablar, no son competencias esenciales, sino culturales e implican a otras áreas del cerebro como las visuales y las de la motricidad fina.
Cantar o emitir sonidos musicales, también productos propiamente humanos, involucran las competencias lingüísticas.
No puedo resistirme a compartir con vosotros este otro vídeo de resonancia magnética en tiempo real. [4:33min] ¿No es asombrosa la precisión de que somos capaces?
RM en tiempo real de articulación vocal. Ejemplos: una soprano y un cantante emcee/beatboxer.
En resumen
La complejidad del habla humana hace comprensible que sea frecuente encontrar dificultades, la mayoría de veces menores y transitorias, en su desarrollo.
El desarrollo del lenguaje no cesa nunca.
Empieza en el útero materno distinguiendo los primeros sonidos, hacia los 6 años tenemos ya un habla fluida con un contenido formal, pero nunca dejamos de adquirir nuevas habilidades lingüísticas. Incluso de adultos seguimos ampliando nuestro vocabulario, mejorando la oratoria o la lecto-escritura, seguimos perfeccionando el lenguaje a lo largo de toda la vida.
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¡Muchas gracias!
________________________<sobre esta información>
Gráficos: «lenguaje y habla» por mj mas; «procesos del lenguaje y estructuras que lo sustentan» adaptado de J. Narbona.
Vídeo: «the diva and the emcee» de Krishna Nayak en Vimeo.
Relacionado:
- Todo sobre neurodesarrollo en el blog.
Bibliografía:
- Aaron Niebergall et al. “Real-time MRI of speaking at a resolution of 33 ms: Undersampled radial FLASH with nonlinear inverse reconstruction”. Magnetic Resonance in Medicine – February 2013.
2 Comentarios
Si comentas, todos aprendemos. ¡Gracias!
¿Has leído La Trilogía de New York?
Tiene algo que ver con el desarrollo del lenguaje y las consecuencias de impedirlo. Me encantan tus entradas M.José, y me sirven para repasar y sobre todo para aprender. Ya te voté 😉
Muchas gracias Joaquín.
Sí lo he leído, de Auster. En la tercera historia hay un momento sorprendente. Te cansas de leer y empiezas a hacerlo de forma rápida, sin prestar atención, y entonces, de pronto se lee… “las historias deberían ser leídas a la velocidad en que fueron escritas” ¡y te quedas de piedra!
No me gusta mucho Auster, pero tiene momentos geniales como ese que demuestran su dominio del lenguaje y del tempo.
¡Un saludo! 🙂