Cerebro en modo vacaciones

☀️ Neurodomingo 2021.30

Ese momento en que sales del trabajo para no volver en un tiempo. Las vacaciones de verano son, han sido y serán lo más deseado del año para todos los que trabajamos. Y cuanto más repetitiva y aburrida sea nuestra tarea diaria, más necesitamos el descanso.

El descanso pertenece al trabajo, como los párpados a los ojos. 

Rabindranath Tagore

Las vacaciones son como una vuelta a la infancia, por eso me gusta este cuadro de Steven Christopher Seward, Lección de astronomía, el refugio de la sombra, la complicidad de los amigos, la ausencia de prisa, el gusto por aprender algo nuevo porque sí, porque me interesa…

—cerebro y vacaciones—

Las vacaciones suponen grandes beneficios para el cerebro.

A diferencia de los adultos, los niños se asombran de todo. Cuanto más mayores nos hacemos, menos nos fijamos en los detalles. Nos hemos procurado un modo de vida en el que todo está previsto y controlado (hasta que llega una pandemia y nos recuerda que en realidad vivimos en una ilusión). La propia inexperiencia de la infancia hace que todo sea una sorpresa, un maravillarse continuo.

La rutina es necesaria para mantenernos eficaces en nuestro día a día, pero la monotonía no.

Romper con la monotonía para encontrarte con lo novedoso estimula el cerebro y lo mantiene en forma para continuar aprendiendo. Porque el cerebro está diseñado para estar alerta a los cambios y busca sorprenderse con lo inusual o diferente.

Las vacaciones son una oportunidad excelente para volver a prestar atención y ofrecer a nuestro cerebro la oportunidad de activarse, de reactivarse.

Los estímulos nuevos ponen en marcha todos los mecanismos del aprendizaje. Cuanto más nos guste la novedad, más nos engancha y aumenta nuestras ganas de saber más, ejercitamos así el cerebro y, sin darnos cuenta disfrutamos aprendiendo.

Viajar es una de las formas más fáciles de encontrar nuevos estímulos. La pandemia limita nuestra movilidad, por muchas razones, pero incluso un cambio de barrio puede suponer una ocasión para ofrecer a nuestro cerebro sensaciones novedosas y más después del verano de 2020. Eso sí, aunque estés vacunado, recuerda que la vacuna no te hace invencible y que puedes contagiarte, ser asintomático y contagiar a los demás.

Por supuesto que el descanso mejora nuestra salud mental porque disminuye el estrés, fatal para nuestras conexiones cerebrales y para nuestra la salud en general, y mejora la sensación de bienestar.

También nos permiten pasar tiempo disfrutando de la compañía de quienes más nos importan: la familia y los amigos. ¿Aprovechamos para estrechar lazos y mejorar nuestras relaciones?

Me voy de vacaciones

Yo también necesito un descanso, hacer cosas distintas.

Seguiré en redes sociales en modo vacaciones, pero durante el mes de agosto no habrá publicaciones en el blog.

Vuelvo a enfrentarme al reto de la radio, me siento feliz de repetir colaboración en No es un día cualquiera, edición verano, con Irene Vaquero y Salvador Jiménez.

Si os apetece, será a partir del domingo 8 de agosto hasta el 5 de septiembre, ambos incluidos. Podéis cotillear los contenidos del programa –sábados y domingos por la mañana– en este enlace en el que Irene Vaquero se los explica a Carles Mesa.

Deseo que paséis un verano estupendo, lleno de novedades. Y no olvidéis cuidaros mucho para estar en plena forma y volver a encontrarnos en septiembre.


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