Neurodesarrollo y pobreza
☀️ Neurodomingo 2021.37
Me gusta pensar en Bartolomé Esteban Murillo como un pintor de niños. El genial pintor sevillano del Barroco español (1617-1682) disfrutó de la amistad del comerciante de paños flamenco Nicolás Omazur, lo que le permitió tener clientes burgueses, además de los encargos de la Iglesia, y plasmar temas más mundanos en sus obras.
La Sevilla del siglo XVII, azotada por la peste y los impuestos, se hundía en la miseria. El hijo del próspero barbero –cirujano y sangrador– Gaspar Esteban y de María Pérez Murillo (sí Esteban no es su segundo nombre, sino su primer apellido) no fue un espectador ajeno a las estrecheces de su ciudad. Se interesó por los niños de la calle, pilluelos harapientos y piojosos que se reparten un almuerzo, juegan a los dados o comparten unas uvas y un melón robados.
Su primer cuadro sobre la infancia fue Niño espulgándose (1645-50) que con su ambiente de luces y sombras retrata toda la crudeza de la pobreza, la tristeza y el abandono.
Sí, es un cuadro sin libro, a diferencia de los otros neurodomingos, porque es extraordinario tener libros cuando no hay alimentos ni abrigo y son muy pocos quienes hacen lo contrario
Cuando tengo un poco de dinero compro libros; y si me queda, compro comida y ropa.
Erasmo de Róterdam
La repercusión de la pobreza en el neurodesarrollo es incuestionable y cada vez son más los estudios que ponen de manifiesto no sólo las consecuencias que tiene sobre la salud, sino también sobre el desarrollo de las capacidades individuales.
—pobreza y neurodesarrollo—
Hasta el año 2019, la pobreza estaba en retroceso en todo el mundo.
La pandemia del COVID-19 puede interrumpir está tendencia positiva, pero todavía es pronto para evaluar en toda su dimensión qué repercusiones tendrá sobre la salud, la economía y la política mundiales. Por eso me parece fundamental entender como los factores socioeconómicos repercuten el neurodesarrollo, un proceso que no es exclusivamente biológico, al contrario, el entorno es muy determinante.
Sabemos que el sistema nervioso de los niños criados en circunstancias precarias tienen diferencias sutiles respecto al de los niños de familias más acomodadas. Por ejemplo, la corteza cerebral es más delgada, en especial en las regiones que más participan en el lenguaje y en el control de los impulsos, también el volumen del hipocampo, sede de la memoria y el aprendizaje, es menor.

De nuevo recurro al gráfico que he adaptado del Dr. Natalio Fejerman porque permite visualizar mejor cómo los factores ambientales actúan a través de factores biológicos y viceversa.
Carencias nutricionales
La pobreza favorece que un niño tenga carencias nutricionales. Por ejemplo una dieta pobre en hierro provoca deficiencias en la síntesis de hemoglobina,entonces los glóbulos rojos no pueden llevar suficiente oxígeno a los órganos –anemia–, y también de algunos neurotransmisores –las sustancias químicas con las que se comunican las neuronas entre sí–, si la falta de hierro sucede mientras el cerebro se está formando, el neurodesarrollo se deteriora.
Es más caro comer frutas y verduras que comida rápida. Por eso los ingresos bajos favorecen el consumo excesivo de azúcares refinados y grasas, al mismo tiempo que causan carencias de vitaminas y proteínas. Todo ello lleva a la obesidad y a alteraciones en el hipotálamo –la pequeña región del cerebro que regula entre otras la actividad hormonal–.
Carencias afectivas
La relación con sus progenitores favorece la estimulación psicosensorial del niño pequeño más que la relación con cualquier otro adulto. Cuando el niño está con su padre o su madre, es mucho más probable que reciba atención, que le hable, que le abrace, que le de besos, que corrija sus acciones… Un bebé que recibe mimos y caricias de sus padres tiene una liberación óptima de hormonas tiroideas, esenciales para el crecimiento del cerebro.
Las personas con bajos ingresos necesitan trabajar muchas más horas, lo que disminuye el tiempo que pueden dedicar a sus hijos. Una situación estresante que entorpece el desarrollo del vínculo entre padres e hijos. Este sería un claro ejemplo de como los factores sociales (tiempo en casa con los hijos) modifican factores biológicos (secreción de hormona tiroidea).
Carencia de servicios públicos
Muchas otras carencias que sufren las personas en situación de pobreza son determinantes de un buen neurodesarrollo. Por ejemplo, la falta de acceso a una enseñanza adecuada a sus capacidades o a servicios de salud o de atención temprana de calidad.
Como vemos, no se trata sólo de mejorar los recursos económicos, también influyen (y mucho) la violencia en el vecindario, la calidad de las escuelas, la presencia de tóxicos ambientales y la estabilidad emocional familiar.
El mal desarrollo cerebral favorece la pobreza
Son muchos los factores que pueden llevar a un trastorno del neurodesarrollo y el círculo de la pobreza se cierra cuando la persona con dificultades en el neurodesarrollo alcanza la edad adulta.
Un niño con fracaso escolar, porque por ejemplo padezca TDA-H y nunca haya sido atendido, cuando acabe sus estudios tendrá menos probabilidades de tener un trabajo con alta remuneración. Esto es un factor biológico (TDA-H) que modifica un factor socioeconómico.
Lo mismo podemos suponer que sucede a muchas personas con discapacidades diversas, físicas o mentales: PCI, autismo, discapacidad intelectual…
Factores determinantes de salud
Desde los años 70, según los estudios y el modelo propuesto por Marc Lalonde, sabemos que los hábitos saludables, y por ende los factores socioeconómicos que hemos visto, tienen mayor peso en la salud individual que cualquier otro factor. Otros determinantes de salud son el medio ambiente, la genética y el acceso a los servicios de salud.
Sin embargo la mayoría de los recursos se destinan a los servicios médicos y solo una pequeña parte a la promoción de la salud personal o a la prevención.
La mejor forma de interrumpir este círculo de pobreza es interviniendo en los factores determinantes de salud y del neurodesarrollo de forma preventiva.
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2 Comentarios
Si comentas, todos aprendemos. ¡Gracias!
Muchas gracias por sus estudios que en lo particular me han sido de utilidad porque estoy estudiando el tema del Abuso Sexual y maltrato en niños, niñas y adolescentes como causante del estres y trauma que daña el neurodesarrollo .
Muchas felicidades por su exposición en muy clara y precisa.
Muchas gracias a usted, María Perla, por su amable comentario. Me alegra mucho y satisface que mi trabajo le resulte de ayuda en sus estudios.
Un cordial saludo.