Estimula el neurodesarrollo de tus hijos

El neurodesarrollo es un proceso que dura unos 20 años, en el que los factores genéticos y ambientales –biológicos o socioeconómicos– están íntimamente relacionados e influidos entre sí.

Ya sé que no es la primera vez que lo explico en el blog (ni será la última 😉 ), pero es porque es muy importante saber que el desarrollo del cerebro, y el de todo el sistema nervioso central, es un proceso acumulativo.

Primero se forman los circuitos básicos, que rigen las acciones más elementales –como escuchar, andar o hablar– y sobre estos se sustentarán las conexiones y vías nerviosas que permiten las conductas más complejas que irán apareciendo más adelante. Así que la construcción de los circuitos que se forman primero es fundamental para que el proceso tenga buenos cimientos. 

Esta entrada no va de acelerar el neurodesarrollo para que un niño sea más precoz, va de asegurar que estos cimientos se armen bien sólidos.

Los 1000 primeros días

Se puede estudiar mejor el neurodesarrollo distinguiendo unas etapas. Y en este proceso los «primeros mil días de vida» son cruciales, porque es en esta etapa del neurodesarrollo, la que yo llamo sensorio motora, cuando se crean esos circuitos básicos. Lo hacen a una velocidad asombrosa, estableciendo entre 750 y 1000 nuevas sinapsis por segundo. Un momento determinante para el futuro del niño que los padres pueden aprovechar al máximo si saben cómo hacerlo.

En general podemos afirmar que el peso de la genética en los rasgos personales –como por ejemplo la inteligencia, la sociabilidad o el gusto por la novedad– contribuye en un 40% a la personalidad del adulto, dejando la mayor carga del proceso al ambiente.

Períodos críticos

Esto es así porque, además de la herencia y del ambiente, en el neurodesarrollo tiene una importancia clave la plasticidad. La plasticidad depende de la edad y permite que el cerebro en construcción se adapte eficazmente al entorno en el que crece, de manera que desarrolla las capacidades humanas comunes en un entorno concreto. Todos hacemos la pinza, pero mientras unos usan palillos, otros utilizamos cubiertos como instrumentos para comer. Pero hay que aprovechar el momento óptimo –período crítico– para que este aprendizaje sea efectivo, después cuesta mucha más.

Y por esta cualidad plástica, el cerebro es muy sensible a las experiencias tempranas, las que sus padres propician al bebé. Por eso las relaciones paterno-filiales seguras, estables y enriquecedoras, construyen la base de un cerebro saludable.

Neurodesarrollo factores
Los factores que influyen en el neurodesarrollo. Adaptado de Fejerman 1979.

Actividades para un neurodesarrollo saludable

Todas las actividades que refuerzan el vínculo, es decir, que facilitan una relación beneficiosa de los padres con sus hijos, contribuyen al desarrollo saludable del cerebro. En especial estas cinco fomentan las habilidades sociales y emocionales del lenguaje, muy importantes para el progreso cognitivo y de las relaciones humanas.

Leer con los hijos

leer con los hijos

Compartir la lectura de un libro expone al niño a nuevo vocabulario. Si, además, el adulto añade comentarios y pregunta al niño sobre lo que va leyendo, promueve su participación activa y facilita su atención e interés. Esto fortalece sus habilidades lingüísticas y lo ayudará en el posterior aprendizaje de la lectoescritura.

Disfrutar de su compañía

Un niño necesita jugar, el juego es divertido y fuente de disfrute, pero sobre todo es aprendizaje. Manipular objetos y asimilar símbolos abstractos desarrolla su imaginación y su creatividad. Todo es una oportunidad para explorar el mundo que le rodea, también la interacción social y la imitación y quiere que sus padres se unan a la diversión.

el principito - niños

Establecer rutinas

Sobre todo en torno a las comidas, el sueño y la diversión familiar.

Las rutinas son muy importantes para un neurodesarrollo óptimo y deben ajustarse por tanto a los hábitos familiares –cargas y horarios laborales de los padres, los ritmos de otros hermanos, etc.–, como al momento madurativo del niño. Las necesidades de alimentación, sueño y juego varían mucho con la edad, máxime a lo largo de los primeros mil días de vida y debemos conocerlas bien para instaurar rutinas realistas y que respeten la biología del niño.

Premiar y elogiar

Los niños pequeños necesitan tener claro qué conductas son aceptables y cuales no, pero nunca les basta con que se lo indiques, para integrarlas como propias y aprender a autorregularse van a ponerte a prueba continuamente, sobre todo si con su conducta obtienen tu atención… No importa si la conducta es buena o mala, ellos no lo saben, y a estas edades no siempre lo entienden, sólo quieren que les hagas caso.

Me parece pues que será más fácil que adopten aquellas conductas que despiertan el interés de sus padres. Así que, salvo peligro físico, es mejor atender y elogiar lo que hacen bien e ignorar lo que no te gusta que hagan. Además, premiar lo bien hecho refuerza la autoestima de la persona a cualquier edad.

Ser su apoyo

El cariño, la atención y la comprensión ayudan al niño a crecer en todos los sentidos.

De hecho, cuanto más fuerte sea la relación con sus padres, más fácil le resultará hacer amigos y que le vaya bien en la escuela porque se siente seguro y amado en casa.

Invierte en sus primeros mil días

La familia es el entorno principal, a menudo único, y más importante para el niño en estos primeros años y su papel es esencial para un neurodesarrollo saludable.

Lo que sucede en los primeros 1000 días de vida es la base para el desarrollo del sistema nervioso de un niño y de su porvenir. Dedicar tiempo de calidad a los hijos es un comienzo saludable y proporciona unos cimientos sólidos para el éxito escolar y la productividad de por vida.

_____________________[sobre esta información]

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5 Comentarios

  1. Muchas gracias María José por este resumen. Realmente es toda una inversión, si todos los padres comprendieran la importancia de esos primeros 1000 días seguramente cambiarían sus pautas de crianza. Si lo comprendieran también las empresas y administraciones favoreciendo la conciliación familiar en este periodo seguramente se producirían mejoras en la sociedad.

Si comentas, todos aprendemos. ¡Gracias!

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