comer sano y desarrollo cerebral

astObesidad: ¿naces o te haces?

La obesidad infantil (y del adulto) es una epidemia. A pesar de las recomendaciones dietéticas y de la insistencia de los pediatras en una alimentación correcta, lejos de disminuir, el problema de la obesidad es cada vez más frecuente.

En la consulta de neuropediatría también vemos que la obesidad “se ceba” en la infancia. Y no me refiero a las patologías neurológicas que alteran el apetito –como la Parálisis Cerebral Infantil (PCI), el Trastorno por Déficit de Atención-Hiperactividad (TDA-H), el autismo, el síndrome de Down, el síndrome de Prader-Willi…– los neuropediatras las “vemos venir”, y estamos preparados para afrontarlo. Me refiero a esos niños obesos que entran en la consulta acompañados de sus padres, también obesos… Porque si la madre come mal, toda la familia come mal.

Y en consecuencia: si la madre come sano, la familia come sano. Este es el planteamiento que Julio Basulto ha plasmado en su libro, que voy a recomedaros.

Mamá come sano

de Julio Basulto

Es un libro dirigido a la mujer que quiere ser madre, pero aconsejaría que lo leyera todo el mundo. He aprendido muchas cosas en sus páginas, y me ha hecho cambiar algunos de mis hábitos alimentarios.

Julio Basulto es diplomado en nutrición humana y dietética, docente y divulgador. Aunque no conozco a Julio en persona, sí le “conozco” gracias a esa maravillosa herramienta que es Twitter, y os puedo asegurar que es un profesional riguroso cuyo criterio merece la máxima confianza. Preocupado por el poder que ejerce la industria alimentaria sobre nuestra nutrición y por la proliferación de “gurús” de las “dietas milagro” que empobrecen nuestra salud, Julio ofrece en sus libros y en su Twitter –@JulioBasulto_DN– las claves para comer sano. Su objetivo no es que hagas dieta, sino que “practiques una alimentación saludable”.

Es fácil estar de acuerdo en que la educación que recibes marcará toda tu vida. Así que si recibes una buena educación alimentaria la mantendrás siempre y por eso el plan de Julio es perfecto: educar a las madres para que sus hijos, y toda la familia, coman sano.

Es una buenísima idea ya que cuanto antes empiece un niño a comer sano, mejor para su neurodesarrollo y su salud futura de adulto. ¿Y qué más precozmente se puede empezar que incluso antes de quedarse embarazada?

El estado de salud de la madre influye directamente en el del niño que está gestando. Evitar el tabaco, el alcohol y tener una dieta adecuada antes de quedarse embarazada, permiten prevenir muchas malformaciones cerebrales. Y mantener esos hábitos saludables durante la lactancia y más allá evitará la aparición de muchos problemas de neurodesarrollo y salud infantil, en especial la temida obesidad.

Con este libro Julio Basulto nos ofrece información rigurosa y bien documentada. Desmonta mitos y desenmascara los intereses ocultos –dinerarios, vaya– que hay tras las “recomendaciones” de ciertos “profesionales” y de anuncios publicitarios pretendidamente científicos de la industria alimentaria.

Sus páginas están respladadas por artículos y estudios científicos solventes y rigurosos. Pero su lenguaje fresco, cercano y fácil de comprender, salpicado de humor inteligente, resulta en una lectura amena en la que aprendes casi sin darte cuenta.

Aunque el libro esté dirigido sobre todo a la mujer gestante y a la que está amamantando, leerlo permite aprender a comer bien a cualquier persona que esté interesada en su salud y que quiera mejorar su dieta en el sentido amplio de “régimen de vida”.

No puedo terminar esta entrada sin agradecer a Julio Basulto que haya tenido la amabilidad de citarme en este libro. Además de gratamente sorprendida me siento profundamente honrada.

“Una buena alimentación es, sin lugar a dudas, una buena medida preventiva antes, durante y después del embarazo, que influirá tanto en la salud de la madre como en la del bebé.” –Julio Basulto.

↬  2015 ©mj mas

Recuerda que si quieres puedes recomendarme un libro aquí.

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5 Comentarios

  1. He leído el libro, me picó la curiosidad. Me ha gustado mucho, está enfocado sobre todo a mujeres que piensen en quedarse embarazadas pero yo lo catalogaría como “imprescindible para todos los públicos”. A mí me ha obligado a revisar algunas de mi creencias sobre la nutrición, he flipado al enterarme de que una cerveza 0.0 puede tener hasta 1,3 de alcohol, coincido en la necesidad de asesorarse para evitar un exceso de complementos que sean inútiles o perjudiciales…
    La única pega que le veo es que Julio hace una encendida defensa de la lactancia materna…y quizá pueda causar inquietud o malestar en parejas que hayan querido lactancia materna para su hijo y no hayan podido, recurriendo entonces al biberón. No es por el fondo, sino por el tono 🙁

    1. Lo de la cerveza sin alcohol es muy llamativo y también lo expliqué en este blog en el post sobre embarazo y alcohol, justo el que Julio cita en su libro. 😉
      Sobre la lactancia materna, creo que respetando el deseo de cada uno es bueno informar (incluso con vehemencia). Sin conocer personalmente a Julio, pero leyendo lo que escribe y escuchando lo que dice, creo que tiene una cruzada justa contra la industria alimentaria y la industria es muy agresiva en sus campañas para conseguir que los bebés se alimenten con leche artificial. Lo sé de primera mano, porque aunque me dedico a la neuropediatría no olvidemos que soy pediatra 🙂 , y además porque así lo denuncia la OMS, pidiendo a los países que sean estrictos en las exigencias de etiquetado de estas leches. (Como con la cerveza “sin” o “0,0” te quedarías a cuadros con las cosas que hay por ahí…)
      Gracias como siempre por aportar con tus comentarios Sophie.

      1. Vaya, no recordaba haber leído lo de la cerveza en tu blog…raro me parece no recordar ese dato o no haber leído ese post 😉

        Sí, Julio tiene una justa cruzada y lo reconozco, cuando me he enterado del asunto de las dino-galletas con su 21% de azúcares y el aval de la sociedad española de Pediatría me he quedado a cuadritos, al igual que me chirrían las campañas de empresas de fast-food para que la gente se mueva y tenga una vida activa…vamos, que si te pones gordo no es por beber refrescos y comida basura, claro.

        No conocía la agresividad de la industria para alimentar a los bebés con biberón, en mi entorno más bien conozco el fomento de la lactancia materna por los beneficios para el bebé pero también sé lo culpable que se sienten algunas madres que no consiguen dar el pecho, por eso me chocó ese capítulo.

        ¿Qué problemas hay con el etiquetado de las leches infantiles? Me pica la curiosidad 😛

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