¿funciona el tratamiento de la hiperactividad?

El Trastorno por Déficit de Atención – Hiperactividad

Muchos no “creéis” en el Trastorno por Déficit de Atención – Hiperactividad (TDA-H).

síntomas nucleares TDAHPensáis que es un invento, que no existe, que sólo son características propias de la infancia que algunos se empeñan en convertir en una enfermedad.

Por supuesto tal empeño solo puede tener fines oscuros, como vender pastillas y que los niños vayan “drogados”… ¡Una conspiración horrorosa!

Bien, pues imaginaos que tenéis razón… que efectivamente no existe. Que no es un trastorno, si no una forma de ser de tu alumno, de tu hijo, una forma de ser que interfiere en su aprendizaje, porque a pesar de ser listo suspende.

Tenemos un problema, y ahora como maestro, como padre o madre, ¿qué haces?

El niño no tiene TDA-H, es…

1. Un despistado que está en las nubes y no se entera de nada…

Eso sí, no molesta en clase.
Quizá necesita más motivación o más estímulos para no despistarse.
¿Le sientas en primera fila? ¿Te aseguras de que te está escuchando?

En casa parece que no se entera y no me escucha.
¿Le das indicaciones cortas y claras? ¿Le hablas desde otra habitación?

2. Un maleducado que no para quieto, interrumpe, lo toca todo…

Luego resulta que se ha enterado de todo lo que he explicado.
Quizá necesita levantarse cada cierto tiempo y tener claras las normas.
¿Facilitas que pueda moverse en clase sin molestar? ¿Qué pasa en clase cuando un niño no sigue las normas?

Estoy riñéndole continuamente, altera la convivencia en casa.
¿Tú cumples tus propias normas? ¿Las normas son constantes o cambian?

3. Un vago que no se organiza, no acaba lo que empieza, sus trabajos son desaseados…

Es inteligente, si se esforzara más sería un alumno brillante.
Quizá necesite más supervisión de sus tareas y mejor distribución de tiempo.
¿Compruebas su agenda? ¿Le enseñas a planificarse?

Su habitación parece un nido de monas, me paso el día recogiendo.
¿Fraccionas las tareas? ¿Le haces ver lo positivo de tener todo en orden?

Seguramente crees que lo has intentado todo … pero en consulta a menudo observo que no es así.

Tenemos tendencia a buscar la culpa en otro sitio. Si el niño no va bien en el cole es porque el maestro no le entiende, si no se comporta bien en clase es porque en su casa no le educan…

Y el que sufre es el niño, que ve que sus esfuerzos lejos de verse recompensados acaban en un fracaso tras otro… y aparecen las repercusiones emocionales

Parece que todo le da igual, se comporta de forma infantil y se ríe de todo…
Siempre dice que no, está enfadado, irritable todo acaba en una pelea…
Es muy sensible, llora por cualquier cosa, se siente inseguro…

sintomas TDA-H edad
Complicaciones del TDA-H según la edad. La autoestima siempre se resiente.

Sí, lo hacemos bien, pero aún así el niño va mal…

Si realmente has llegado hasta aquí, si has intentado todo lo sensata y profesionalmente posible, quizá tu alumno/tu hijo tiene un problema real que no parece solucionarse sólo con atención pedagógica y modificación de la conducta.

¿Entonces? ¿Tiene algún problema neurológico? ¿Un déficit intelectual? ¿Una epilepsia tipo ausencias? ¿Duerme mal? ¿Un trastorno mental quizá?

Aquí es donde acudes a la neuropediatra que dedicará la visita a valorar las dificultades del niño y a descartar otros problemas. Si finalmente el diagnóstico es que padece un TDA-H (si sigues sin “creer” llámalo como quieras) propondrá:

OBLIGATORIAMENTE debe asociarse a:

Y aquí empieza el reto:

El tratamiento del TDA-H

Porque el TDA-H no es un problema médico, no es una enfermedad, es una condición de la persona que le ocasiona sufrimiento y que necesita ser atendida para poder progresar adecuadamente en sus aprendizajes y en su desarrollo emocional.

Por sus implicaciones en el neurodesarrollo, la asociación a otros problemas de salud y la necesidad de tratamiento farmacológico es necesario que sea un médico especializado quien se ocupe de diagnosticar y tratar el TDA-H. Pero sin la ayuda de otros profesionales implicados, el niño (y su familia) está abocado al fracaso.

Se trata pues de proporcionar al niño un tratamiento desde distintas disciplinas, por un equipo de profesionales, y la clave está en como esas disciplinas interaccionan entre sí por el bien del niño.

Si dentro de las organizaciones sanitarias ya es difícil trabajar en equipo, cuando se ven implicadas otro tipo de organizaciones la dificultad aumenta. Sobre el tema del trabajo en equipo hablaba recientemente Miguel Angel Mañez (@manyez) en su blog Salud con Cosas y utilizaba este gráfico que ilustra muy bien los distintos tipos de colaboración entre disciplinas.

trabajo en equipo
“Disciplinarities: intra, cross, multi, inter, trans” por Alexander Refsum Jensenius.
  1. Intradisciplinario: trabajo con una sola disciplina.
  2. Multidisciplinario: los profesionales trabajan juntos, cada uno desde su área de conocimiento.
  3. Colaboración cruzada: ver una disciplina desde la perspectiva de otra.
  4. Interdisciplinario: integrar conocimientos y métodos de distintas disciplinas, a través de una simbiosis de sus perspectivas.
  5. Transdisciplinario: creación de un marco intelectual unitario que trasciende las perspectivas de cada disciplina.
    • Si es muy preciso crearía una nueva disciplina y se cierra el círculo al volver a ser una relación intradisciplinaria.

La situación actual de la atención al TDA-H se aproxima más a la de tipo multidisciplinario. Por un lado los servicios sanitarios, que proporcionan el diagnóstico y el tratamiento farmacológico y conductual –pediatría, neuropediatría y paidopsiquiatría– y que aún no han superado todas las dificultades para coordinarse entre sí. Por otro los servicios educativos –maestros, equipos psicopedagógicos especializados–, los servicios sociales –con un papel relevante cuando hay problemas socioeconómicos– y las tres administraciones con sus diversas legislaciones.

En mi opinión esta situación de multidisciplinariedad es claramente insuficiente para atender correctamente a los niños con TDA-H, y dificulta enormemente el éxito del tratamiento.

Deberíamos buscar puntos de entendimiento y colaboración suficientemente sólidos para poder ofrecer a estos niños un marco de apoyo adecuado.

Esperar a que lo haga la administración o una disciplina distinta a la de cada uno sólo nos lleva a caminar en círculo y a perpetuar un modelo que claramente no funciona.

Esto da para muchos comentarios, así que los espero para que todos aprendamos.

↬  2014 © mj mas

__________________[sobre esta información]

Gráfico: “síntomas de TDA-H” y “complicaciones del TDA-H” por mj mas; “Disciplinarities: intra, cross, multi, inter, trans” en Alexander Refsum Jensenius.

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32 Comentarios

  1. victor canduela martinez

    Muy interesante Maria José y con un enfoque muy adecuado. Yo diría que además de mejorar la formación de los pediatras en TDAH es necesario formar a los docentes porque para ellos es un tema muy desconocido a la vez que preocupante. En cualquier aula con más de 20 alumnos de más de 7-8 años seguramente hay más de 2 niños con déficit de atención y/o hiperactividad.
    Enhorabuena por tu aportación.

    Saludos

    1. Saludos Víctor, y gracias por profundizar con tu comentario.
      Coincido plenamente contigo, la formación es necesaria y debe ser continua. ¡Para los neuropediatras también! A veces no es TDA-H todo lo que diagnosticamos y no siempre es fácil de diferenciar.
      Como señalas, el TDA-H es un problema de gran prevalencia y enormes repercusiones, se le dedican pocos recursos más allá de los puramente farmacológicos. Los que lo vemos de cerca y lo atendemos tenemos mucho que aportar.

  2. El diagnóstico del TDA-H para mí es de los más complicados que hay, como muy bien apuntas en la entrada.
    Por una parte están esos niños tdah que aguantan una película sin moverse, se saben de memoria los jugadores de toda la liga pero que no prestan atención y son movidos en el aula, o los que,de repente, tras algo (divorcio padres, fallecimiento familiar) comienzan con tdah que antes no ocurría; por otra están los niños que presentan el mismo comportamiento anómalo en todas partes a todas horas.
    El diagnóstico de tdah depende (como tantos otros) de la sensibilidad y especificidad del observador, con un valor predictivo positivo o negativo.
    La formación en TDAH a no profesionales que sugieren, va a aumentar mucho la sensibilidad (como valor estadístico) a ese problema y aumentará el número de diagnósticos a base de falsos positivos.
    La capacidad de atención, abarca desde los receptores de información hasta el córtex pasando por todas las estructuras. Mal de amores: se altera la atención; hipoglucemia: se altera la atención; dormir poco: se altera la atención.
    Por eso el delicado tema del diagnóstico diferencial abarca: daño neurológico, quizás causado por problemas de parto, de embarazo, o perinatales…trauma temprano (lo que explica su elevada frecuencia en niños institucionalizados), o una disociación (trauma simple, trauma complejo…) o Dificultades de Aprendizaje Específicas (lectura, escritura, cálculo, comprensión, expresión, altas capacidades) o trastornos del desarrollo en su amplio espectro, o un tempo cognitivo lento (“sluggish”) o un déficit cognitivo acumulado, o una desincronía o retraso en el desarrollo (sensorial, perceptivo, motriz) o un estado de ánimo depresivo e incluso un ambiente poco favorecedor.
    También se habla de SEPTi (Síndrome de estrés postraumático infantil), Dificultades Emocionales de la Conducta Relacional (emoción, empatía, interpersonal…) trastornos del procesamiento sensorial, perceptivo y/o motriz, una falta de habilidades parentales, un trastorno del vínculo, dentro de un trastorno negativista desafiante o un trastorno oposicionista, o un gilles de la Tourette, o trastorno antisocial – disocial, o un trastorno límite de la personalidad (del que ya se habla en niños como del trastorno bipolar) o un trastorno de apego reactivo…,
    Es decir, diagnóstico de TDAH, puede ser. Que lo hagan en una única visita (o tres): muy complicado y poco específico.
    Personalmente, echo de menos un buen algoritmo de diagnóstico diferencial. Las preguntas que apuntas en la entrada son básicas, y muchas veces padres y profesores no saben contestarlas y el niño, por dificultades propias, tampoco. Hay varias guías de tratamiento, pero de diagnóstico diferencial, en condiciones,….
    Un saludo y enhorabuena por la entrada.

    1. Muchas gracias @psq_ibiza por tu comentario tan aclarador de muchas cosas.

      Efectivamente com tú dices el TDA-H tiene un diagnóstico diferencial amplio y difícil, debido muy probablemente al elevado número de estructuras complejas implicadas en la atención y en las funciones superiores. En mi opinión el TDA-H, más que una enfermedad en sí, es un conjunto de manifestacines que expresan un mal funcionamiento “global” del cerebro; nuestros conocimientos sobre como funciona el cerebro como un todo son aún muy “primitivos”, igual que lo son las herramientas que usamos para explorar ese funcionamiento global. Por eso fracasamos cuando intentamos encontrar la “causa” del problema, sucede lo mismo que con el autismo.

      En cuanto a la formación sobre TDA-H a no profesionales, lo veo positivo si se enfoca hacia una mejor comprensión del niño que sufre. Por un lado si se dirige a explicar que el TDAH es una condición de la que el niño no tiene la culpa, que no se comporta así porque quiere, porque es vago o maleducado, estaremos disminuyendo la ansiedad y las exigencias; si además se educa para ayudar al niño, a su familia y a sus maestros, a comprender mejor sus peculiares mecanismos de pensamiento y de conducta podremos diseñar estrategias a su medida que le ayuden a superar las dificultades que comporta el TDA-H.

      Un cordial saludo.

      1. Maria Elena Rolandi

        Hola!! soy docente de nivel inicial en Argentina (preescolar) quisiera saber cómo puedo detectar el tdah en el jardin de infantes. Gracias!!!

      2. Hola María Elena, una muy difícil cuestión ya que en la etapa preescolar los niños son muy movidos en general y su tiempo de atención es mucho más corto que el de un niño más mayor. En realidad el diagnóstico de TDA-H no debe hacerse por debajo de los 4 años y de los 4 a los 6 se debe ser muy prudente.
        Cuando diagnosticamos a un niño mayor de 6 años y preguntamos retrospectivamente por su comportamiento en preescolar, encontramos que entonces no estaba quieto nunca, ni siquiera en las horas de las comidas, o que le costaba mucho echar una siesta, o que no acababa nunca las tareas. Esto no es suficiente para hacer el diagnóstico ya que en la edad preescolar muchos factores pueden contribuir a una conducta inquieta pasajera. Por ejemplo un mal descanso nocturno en niños que se constipan a menudo, o dificultad de atender en niños que aún están en etapas tempranas del desarrollo del lenguaje.
        Mi recomendación es conocer y estar atento a estas dificultades, ya que es especialmente en la edad preescolar cuando podemos modificar más fácilmente la conducta estableciendo normas claras y medidas pedagógicas y educativas dirigidas a extinguir estas conductas que interfieren en los aprendizajes.

  3. Simplemente muy buen trabajo Mª Jose, una vez más has hecho que me encante uno de tus post’s.

    Un saludo desde “El Reflejo en la Ventana” y ánimo con este gran proyecto que cada vez coge más forma.

  4. …y la dieta no es menos difícil. Se han intentado cosas diferentes desde reducir el consumo de azúcar hasta eliminar los colorantes, aditivos, la caseína o el gluten de la dieta. Pero la mayoría de los intentos ha dado resultados pobres. Eso sin mencionar lo difícil que puede ser para una familia eliminar la caseína, el gluten o los colorantes de la dieta de los niños.

    1. Tienes toda la razón Mariana. Ninguna de esas dietas se ha probado eficaz en la reducción de síntomas del TDA-H. Solo en contados casos tienen respuesta, y probablemente se deba a que los niños que responden tienen otras patologías de base.
      Sobre este tema recomiendo revisar el último número de “Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North America”.
      Mi opinión, fundada en estos estudios, es que las restricciones dietéticas solo deben hacerse cuando se demuestra alergia alimentaria, carencias nutricionales u otras patologías. En cualquier otro caso sólo contribuyen a mermar la calidad de vidad de estos niños, alterando su normalidad en la vida diaria.

  5. rosario maríin lópez

    Gracias por estas reflexiones. Soy Rosario, acabo de empezar mi primer trabajo como Psicóloga en una asociación de diversidad funcional. Mi primer reto es un chico de 13 años con TDAH donde su familia está atravesando un momento complicado: no quiere estudiar, no hace caso a nada, coge unas rabietas enormes, etc. Como pueden imaginar cuando intento organizarme un tratamiento global con familia, instituto y otros profesionales me encuentro con pocos recursos, pues no tengo demasiada experiencia. ¿Me podrían aconsejar algún libro, recurso en internet, tratamiento efectivo, etc donde pueda aprender nuevas cosas?
    En cuanto al tratamiento farmacológico, estoy con Mª José, necesitan del fármaco para poder llegar a un nivel más bajo de excitación y así realizar las actividades requeridas, que incluso así le suponen grandes retos. Muchas gracias y un saludo!

    1. Hola Rosario.
      Todos hemos tenido un primer reto, además en tu caso es más complicado porque la adolescencia no ayuda en el problema de TDA-H. Pero son estos retos los que ayudan al profesional a adquirir sus propias estrategias y a forjar sus habilidades. Mi humilde consejo es que fracciones los problemas y los abordes de uno en uno. Eso ayudará al chico y a ti.
      Gracias por tu aportación.
      Saludos.

  6. Buen tema has elegido MJ. En consulta, te ha pasado que algún niño o adolescente no quiera tomar el fármaco (ritalina por ej,)? Qué haces en esos casos?
    Pensemos en un adolescente de 12 o 13 años diagnosticado con TDH-A además de las visitas a su especialista y la ayuda derivada, con padres preocupados (mejor dicho “ocupados” del asunto) puede alcanzar el nivel medio de una clase?

    1. Esa es una buena pregunta, y una situación frecuente.
      El menor maduro debe tener derecho a tomar decisiones que atañen a su salud y así lo hacemos. Como haría con un adulto, le expongo el porqué de la necesidad del tratamiento y escucho el porqué de su negativa a tomarlo. La mayoría de las veces llegamos a acuerdos razonables.
      En cuanto a tu segunda pregunta, si el niño tiene una capacidad intelectual normal y se trabaja con objetivos claros y bien diseñados, implicando a todos los que le rodean, debería poder alcanzar el nivel medio de su clase.
      Gracias por tus aportaciones Alba, son siempre enriquecedoras.

  7. Supongo que pertenezco a los “no creyentes” del primer parrafo. Por lo menos en lo referido a la realidad social del TDA-H sobre la que la primera mitad del post ironiza.

    Por desgracia en estos tiempos ya no hay niños vagos, maleducados, despistados o movidos. Todos ellos son declarados “enfermos” hasta que se demuestre lo contrario, y aun entonces hay quien predica lo bien que le iría un “Ritalin”.
    La presión social para la medicalización alcanza no sólo a profesores y padres, para los que sin pastilla no hay nada que hacer; sino también a quién, sin recursos a su disposición, puede llegar al diagnostico a traves del tratamiento más simple.

    Sí creo en un TDA-H sin estigmas, basado en un diagnóstico riguroso y con un tratamiento sin atajos, que veo descrito de forma magistral en la segunda mitad del artículo.

    La busqueda de “puntos de entendimiento y colaboración” ha de extenderse a todos los implicados en el bienestar del niño, rompiendo la barrera entre los creyentes y los no creyentes.

    1. Un placer Bernie leer comentarios como el tuyo, muchas gracias. En el sentido en que tú lo explicas yo también pertenezco a los “no creyentes”.
      Sigo creyendo que hay niños (y adultos) vagos, despistados y maleducados a los que los fármacos no les hacen ningún beneficio, no solo porque no tienen mucho efecto sino también porque simplemente “disfrazan” sus carencias.
      A ver si lo de romper barreras nos sale bien… eso sí sería un avance. 🙂

    2. A modo de actualización, dos ejemplos de estas últimas dos semanas:

      – Niño A tiene que cambiar de colegio porque su profesor garantiza su suspenso si no comienza el tratamiento químico.
      – Niño B diagnosticado con TDA-H a pesar de resultados academicos muy buenos y capacidad de atención manifiesta, que se achaca a “lo compensa con su capacidad cognitiva”. El colegio se desentiende de sus necesidades especiales, ya que ahora es un problema clínico y no educativo.

      Obviamente las historias son mucho más complejas, pero me sirven para resaltar lo que el TDA-H significa en la calle, fuera del laboratorio: un estigma para el niño que lo lleva.

      Está bien mejorar en el tratamiento. Estaría aun mejor profundizar en los criterios diagnósticos y en una autocrítica de como se ha llegado a la situación actual.

      1. Totalmente de acuerdo. Expones casos muy ilustrativos.
        Los tratamientos (farmacológicos o no, que no químicos) deben establecerse siempre con un objetivo claro.
        Y esto incluye coordinación entre educadores, psicólogos y médicos para no confundir a la familia y poder tener todos el mismo criterio.
        El sistema (público) actual entorpece esta forma de trabajar y perjudica al paciente.

  8. Muy chulo María José.
    Como humilde aportación a los profesionales.
    Aprovechemos todos los puntos fuertes de cada disciplina. Estoy contigo en lo de la coordinación.
    Mi opinión es que debería ser un enfoque más interdisciplinar con un justo equilibrio. Cogiendo lo más positivo de cada disciplina y que ayude a centrar el problema, y añadiría a padres y profesores en ese círculo.
    Motivando y explicando a la familia con un lenguaje claro y sencillo involucras a un activo muy importante en la vida del niño. De esa forma cuentas con un aliado en la lucha contra las dificultades que plantea el TDA.
    Si no se involucra a la familia la medicación no sirve para nada un buen apoyo escolar o una adaptación curricular aecuada; y si no se involucra el educador no sirve para nada un buen diagnóstico ni un buen tratamiento; y si no se tiene un apoyo profesional externo que refuerce la potenciación de la atención, no sirve la total dedicación de los padres…. Es como una banqueta donde si falla una de las patas falla el asiento. Y eso requiere mucha paciencia, esfuerzo y sacrificios.
    Nosotros somos “creyentes” en que el TDA no es una enfermedad sino una forma distinta de ser, y que existen otras capacidades y aptitudes que tienen las personas con TDA que hay que utilizarlas y aprovecharlas (empatía, energía, capacidad de sacrificio,…). Merece la pena y luchemos todos juntos por ellos
    … (y por nosotros)
    Besos Maria José
    Manu

  9. Como poder sobrellevar un caso de TDHA aun cuando se imparten las pautas, indicaciones y suministro de tratamiento y aun así su comportamiento y soberbia en conducta educativa van a más???

Si comentas, todos aprendemos. ¡Gracias!

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