Síndrome de Landau-Kleffner
Síndrome de afasia epiléptica adquirida
Es el otro nombre que recibe el síndrome de Landau-Kleffner –SLK–, porque este síndrome epiléptico se caracteriza por la pérdida del lenguaje –afasia– en un niño cuyo neurodesarrollo y cognición previos eran normales.
Es un síndrome muy poco frecuente, se desconoce el número de personas que lo sufren, pero el número de diagnósticos aumenta cada año, probablemente por ser cada vez más conocido.
Desde su primera descripción en 1957, por los doctores William Milton Landau y Frank R. Kelffner, hasta la fecha hay descritos más de 350 casos en la literatura médica y se calcula que al año aparece un nuevo caso cada millón de niños.
Es pues una enfermedad rara y por tanto conviene conocerla para aumentar su detección.
En este síndrome se produce una alteración del patrón eléctrico normal del sueño, por la presencia de descargas anómalas y muy frecuentes de las neuronas. Estas descargar entorpecen el funcionamiento del cerebro que entonces no realiza las funciones reparadoras que suceden durante el descanso y se produce un deterioro cognosicitivo, específicamente en el lenguaje. Se trata pues de una encefalopatía epiléptica.
Causas
No se sabe porqué se producen estas descargas anómalas durante el sueño. Parece que empezarían en un lado del cerebro y rápidamente pasarían al contrario, a través de las fibras que conectan ambos hemisferios, generalizándose a toda la actividad eléctrica cerebral.
Estas descargas afectan a las vías auditivas causando un deterioro en su funcionamiento y secundariamente una alteración en la comprensión del lenguaje.

Algunos pacientes tienen antecedentes de lesiones o malformaciones cerebrales y otros antecedentes familiares de epilepsia. Es decir sucede tanto por causas hereditarias como adquiridas.
Crisis epilépticas
Puesto que se trata de una epilepsia, enseguida pensamos en convulsiones, pero no son obligatorias. Aparecen en el 70-80% de los pacientes con síndrome de Landau-Kleffner, pero son muy poco frecuentes, incluso hay pacientes que solo tendrán una crisis en toda su vida. Es un síndrome epiléptico que produce poca sintomatología convulsiva.
Las descargas que se registran en el electroencefalograma –EEG– durante el sueño no se consideran crisis, porque no causan clínica asociada, es decir no se ve que el niño tenga movimientos anómalos mientras suceden. Pero está claro que interrumpen la función normal del cerebro ya que persisten durante gran parte del sueño –entre el 85 y el 100% del tiempo que el niño duerme– por lo que su presencia causa un alto riesgo de deterioro significativo del lenguaje.
Las crisis suelen ser nocturnas y sus características variadas: sacudidas rítmicas y sincronizadas de las cuatro extremidades, de un solo miembro o de apertura de los ojos y desconexión del entorno pero sin movimientos asociados.
Parece claro que lo que causaría los problemas de lenguaje es la actividad eléctrica anómala tan persistente durante la noche y no las crisis clínicas.
Inicio y evolución de la enfermedad
La edad de inicio suele ser entre los 2 y los 8 años de edad, sobre todo entre los 5 y los 7 años. Nunca aparece después de los 12 años. Es pues un síndrome epiléptico dependiente de la edad y que guarda relación con el neurodesarrollo.
El neurodesarrollo es normal hasta que aparecen las descargas eléctricas anómalas. Claro que cuanto más temprano debute menos desarrollado estará el lenguaje y más difícil puede ser sospechar un síndrome de Landau-Kleffner.
Puesto que se afectan las vías cerebrales auditivas del lenguaje lo primero que aparece es una dificultad para comprender lo que oyen.
El inicio puede ser brusco, de un día para otro, o progresar durante semanas o meses. A menudo es fluctuante, de manera que a ratos comprenden y a ratos no, lo que puede retrasar aún más su diagnóstico.
En los casos más clásicos, el déficit queda restringido únicamente a la comprensión del lenguaje, quedando preservadas otras capacidades cognoscitivas y el comportamiento.
Los trastornos de la comprensión generan las consecuencias globales más graves cuando se siguen de una dificultad para hablar, el lenguaje deja de ser fluido y espontáneo y pasa a ser telegráfico y estereotipado. Finalmente puede aparecer un mutismo total y es incapaz de responder incluso a sonidos no verbales. Esto lleva a una indiferencia que puede confundir el diagnóstico por el de sordera o autismo.
En estas circunstancias fácilmente aparecerán problemas de atención y de conducta. Resulta difícil decir si son debidas al propio síndrome o a la reacción lógica ante la pérdida catastrófica de las capacidades comunicativas.
El tratamiento está dirigido a suprimir la actividad eléctrica anómala que se registra en los electroencefalogramas y para ello se utilizan distintas combinaciones de fármacos antiepilépticos e incluso corticoides.
Además del tratamiento farmacológico, la atención psicológica y pedagógica es imprescindible y deberá ser individualizada para cada niño.
En unos pocos casos, el síndrome de Landau-Kleffner desaparece espontáneamente a los pocos meses. Pero lo más habitual es que dure años y que tras un período de tiempo variable desde el debut, el lenguaje ya no empeore más o incluso mejore.
Todos los tipos de evolución son posibles. Desde la recuperación total sin secuelas o mejorías parciales que permiten una vida normal, a déficits graves o ausencia total de lenguaje.
Por desgracia, aun si hay una recuperación completa, las recaídas son frecuentes aunque su riesgo disminuye cuanto mayor sea el tiempo que queden asintomáticos.
Al alcanzar la pubertad, la situación del paciente, asintomático o con secuelas, puede considerarse definitiva.
Aunque el pronóstico parece ser mejor si se consigue una remisión temprana de las crisis, no siempre es posible y aun con la desaparición de las alteraciones eléctricas, la recuperación del lenguaje no está garantizada.
La asociación de epilepsia a alteraciones del lenguaje es frecuente y su estudio ayuda a comprender mejor tanto la epilepsia como los trastornos del neurodesarrollo en general.
Por eso es importante seguir investigando, no solo sobre las causas, la fisiopatología y el tratamiento de la epilepsia, sino también sobre los métodos pedagógicos que puedan resultar más eficaces. Es el principal objetivo de la Fundación Querer, con la que colaboro activamente.
Y os animo a colaborar a vosotros también de una manera fácil: donando tan solo 1€ al mes, que se invertirá íntegro en su colegio de educación especial donde científicos, neuropediatras y educadores investigan y mejoran el aprendizaje de los niños con enfermedades que interfieren en su lenguaje y comunicación.
____________________________<sobre esta información>
Gráficos: todos por © mj mas.
Relacionados:
- Todas las entradas sobre epilepsia.
- Todas las entradas sobre neurodesarrollo.
Bibliografía:
- Landau WM, Kleffner FR. «Syndrome of acquired aphasia with convulsive disorder in children.» Neurology. 1957 Aug;7(8):523-30.
19 Comentarios
Si comentas, todos aprendemos. ¡Gracias!
El único caso que he tratado de síndrome de Landau-Kleffner es ahora una mujer adulta de más de 40 años que lleva una vida activa, trabaja en una empresa de jardinería y supera sus dificultades de lenguaje con esfuerzos y pequeños trucos como el uso de monosílabos, en dos idiomas.
(Por cierto el catalan tiene tras veces más palabras monosílabas que el español)
Animo a los pacientes y a sus médicos.
Xavier
Gracias por compartir tu experiencia.
Esa evolución sucede en aproximadamente 1/3 de los pacientes. ¡Bien por la señora!
Los 3 casos que yo he visto eran primos segundos, de 2 familias cuyos padres son primos hermanos y residentes en 2 pueblos distintos.
Los 3 tenían además una coloración amarillenta peculiar desde lactantes. No sé si tiene algo que ver. En su momento no se halló explicación.
Cuando empezaron a mejorar hablaban “sin parar”.
Tienen ahora entre 16 y 20 y tantos años. No tienen problemas de expresión. Uno es bilíngüe y los 2 hermanos son trilíngües.
Muchas gracias, Angelita, por compartir con nosotros tu experiencia en esta enfermedad tan poco frecuente.
Hola,
No he conocido a nadie con Síndrome de Landau-Kleffner, sí a niños y adultos que en su etapa de neurodesarrollo han tenido crisis epilépticas. Y muchos con dificultades al lenguaje asociadas.
Gracias por tu post, y como dices, super importante seguir investigando.
Hola. Mi hija tiene 8 años,sufre de descargas nocturnas y son bastante fuertes el diagnostico fue epilepsias de ausencia, pero ahora q leo el articulo veo que ella se identifica mucho con esta sintomatologia,ya que no habla,muy claro y en ocaciones le hablo y no me entiende….me gustaria saber si es nesesario medicarla ya que hace 2 años que se de las epilepsias y no le suministro nada…gracias..
La consulta que me hace requiere una valoración clínica de su hija.
Le ofrezco la posibilidad de hacer esta misma consulta mediante telemedicina a través de la plataforma Top Doctors, en este enlace encontrará cómo hacerlo: https://www.topdoctors.es/doctor/maria-jose-mas-salguero
Gracias por confiar en mi criterio.
Buen día. Gracias por la información detallada. Es posible informar si en Bogotá Colombia tienen un contacto recomendado para revisar el caso de una niña de 5 años con este diagnóstico ? Cordial Saludo
Buen día Johanna.
Lo siento, no tengo la información que me pide.
Saludos cordiales.
Gracias por el blog, es realmente interesante y tiene mucho valor para entender todas estas casuísticas. Tengo una duda
¿Que diferencias existen entre este síndrome y el POCS? ¿Son parecidos?
Los daños que puedan producir estas crisis, ¿son recuperables una vez se controlan?
Gracias un saludo.
Encantada de que te guste e interese, Raquel.
No, el POCS y el Landau-Kleffner no son lo mismo, aunque sí muy parecidos.
Los daños pueden ser permanentes o no, la evolución es muy variable en ambos.
Gracias por toda la explicacion. Soy epiléctico desde los 15 años. Estoy a tratamiento desde esa edad, tuve multiples convulsiones de todo tipo debido a traumatismo cranoencefálico grave. No tengo el SLK pero conozco casos por la Fundación Querer.Org con la quien colobaro desde su fundación. Animo a todos a hacerlo cuesta poco tan solo 1 euro/mes y con ello se invierte en investigación y desarrollo. Lo que si he tenido son tres episodios de ataques convulsivos graves que me han dejado en coma durante tiempo. Fue terrible pero ahora gracias a Dios y la Ciencia estoy estabilizado con mi tratamiento crónico diario.
Gracias por tu aporte, Marcos y por compartir tu experiencia y generosidad hacia la Fundación Querer.
Te envío un afectuoso saludo,
María José
mi hija tiene 2 años 8 mese y recien me le detectaron este sindrome y la neurologa pediatra me le receto un jarabe para q le de sueño , como madre me siento preocupada
Es normal que se sienta preocupada, transmítale a su pediatra esta preocupación. También, si le parece conveniente, puede pedirme visita presencial o en línea, encontrará cómo en este enlace.
https://neuropediatra.org/necesitas-una-neuropediatra/
Saludos cordiales.
Hola el año pasado le detectaron este síndrome a mí hija de 4 años…. actualmente en tratamiento hasta el momento con corticoide al cual respondió excelente donde el dibujo del EEG mejoro un 80% …ahora al bajarle.la.dosis otra vez se ve alterado el EEG…ahora comienza a tomar ospolot un medicamento.muy caro …quisiera si habría otro fármaco que.lo reemplace….gracias!
Hola, Andrea.
Gracias por tu comentario. Me alegro de que tu hija esté mejorando.
Un afectuoso saludo.
Bom o meu filho de 15 anos deste pequeno sempre lutamos com a epilepsia, autismo e o retardo mental grave ele foi diagnósticado já tem 3 anos com esse landau-kleffner, percebo que ele tem força de vontade de aprender escreve, só que ele desvia logo o foco dele e pedi o interesse muito rápido e depois volta, ele depende de mim digamos 90%
Muito obrigado Solange por compartilhar a experiência de seu filho.
É um alívio quando você finalmente tem um diagnóstico e, acima de tudo, vê a vontade do menino de seguir em frente.
Uma calorosa saudação.
(Desculpe se houver erros com o português, usei o tradutor do Google para responder)