Hemiplejia en la parálisis cerebral infantil

Hemiplejia: parálisis que afecta medio cuerpo

Quien la sufre no puede mover bien el brazo y la pierna de un lado. Cuando se produce antes de los 3 años de edad se considera un tipo de parálisis cerebral infantil (PCI), supone el 20% del total de casos. Es debida a una lesión focal de la corteza cerebral que provoca una alteración del tono muscular y que puede tener múltiples causas, las más frecuentes son vasculares, traumáticas o infecciosas.

Alteraciones motoras en la hemiplejia

hemiplejia infantil

En la mayoría de los niños con hemiplejia espástica, el brazo está mucho más afectado que la pierna. En la espasticidad siempre están más afectados los músculos que se contraen para vencer la gravedad (antigravitatorios) por lo que la postura suele ser en flexión del brazo y de la pierna.

En el brazo, los músculos flexores están en continua contracción, les cuesta separar el brazo del tronco y girarlo hacia fuera, extender el codo y la muñeca, girar la palma de la mano hacia arriba y abrir la mano separando los dedos. El pulgar está flexionado y queda incluido en la palma de la mano, dificultando mucho la manipulación.

En cambio la espasticidad de la pierna puede causar tanto extensión como flexión excesivas. La cadera suele estar en flexión lo que causa que el tronco se incline hacia adelante, la rodilla suele estar en flexión y mirando hacia adentro, aunque también puede estar estirada, el pie está casi siempre en puntillas, girado hacia dentro y cuesta el apoyo del talón.

El lado afectado crece menos, cuanto más grave menos crecimiento, tanto el tronco como las extremidades. Esto repercute en la columna vertebral que puede sufrir escoliosis.

La marcha hemipléjica se caracteriza porque la pierna afecta tiende a cruzarse por delante de la sana con la rodilla girada hacia el interior y apoyo del el pie en la punta. El brazo suele colocarse en flexión especialmente cuando el niño corre.

Problemas asociados a la hemiplejia

A diferencia de otras PCI, la mayoría de los niños con hemiplejia no tienen otros problemas asociados. Tampoco está afectado el desarrollo de la comunicación ni el del lenguaje por lo que su integración social es normal.

Hasta un 33% sufren de epilepsia, casi siempre focal,secundaria a su lesión. Generalmente es de buen pronóstico y fácil control mediante fármacos antiepilépticos, aunque a veces las lesiones cerebrales son origen de una epilepsia intratable.

Algunos tienen un retraso mental leve, dificultades del aprendizaje o de la conducta que deben ser atendidos en consecuencia.

Puede haber una afectación del campo visual por lo que, como todos los niños con dificultades en el neurodesarrollo, es imprescindible revisar la vista y la audición para que en caso de presentar deficiencias, se puedan detectar a tiempo y recibir el tratamiento más adecuado para que interfieran lo mínimo en un desarrollo ya afectado.

Manejo clínico de la hemiplejia

Aunque los signos de la PCI aparecen antes de los 3 años de edad, en los casos congénitos el déficit motor no siempre está presente en los primeros meses y se va evidenciando a medida que madura el sistema nervioso. Además del desarrollo motor propio de la PCI y la afectación característica de la hemiplejia, el diagnóstico lo confirmará la neuropediatra realizando una resonancia magnética que mostrará la lesión cerebral concordante con la clínica.

lesión hipóxico-isquémica

La realización de un electroencefalograma (EEG) solo está indicada si se producen crisis. En caso de presentar otros problemas se indicarán las pruebas complementarias pertinentes para su estudio.

El tratamiento debe iniciarse cuanto antes, por lo que la detección precoz es imprescindible, ante la mínima sospecha debe derivarse al niño al centro de desarrollo y atención precoz (CDIAP) más cercano a su domicilio. El tratamiento está dirigido a disminuir los efectos de la espasticidad, mejorando la postura, la movilidad y la coordinación. Como la afectación suele ser más grave en el brazo y la mano, es imprescindible mejorar su función y sobre todo integrarla en el esquema corporal del niño para que la utilice de forma funcional en las tareas de la vida cotidiana. La base del tratamiento es la fisioterapia, y si esta es insuficiente pueden utilizarse también ortesis y fármacos relajantes, como la toxina botulínica. En los casos más graves será necesaria cirugía, para alargar o transferir los tendones adecuados, corrigiendo las contracturas y mejorando la fuerza y la movilidad de la extremidad.

El pronóstico funcional de la hemiplejia infantil es bueno, ya que el lado sano compensa. A los 3 años de edad todos los niños con hemiplejia han adquirido la marcha y en la edad adulta serán independientes para las actividades de la vida diaria.

Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir.

Gregorio Marañón

 

↬  2014 ©  mj mas
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