En estos días los nuevos médicos internos residentes –MIR– se incorporan a su puesto de trabajo.
¡Por fin! Tras todos los años de estudio de la carrera y un exigente examen de acceso a la formación de especialistas, empezarán a tener responsabilidad, aunque supervisada, sobre los pacientes a los que atiendan.
El MIR es un trabajo de aprendiz que transforma en especialista al estudiante de medicina.
Yo sé lo que te preocupa, lo mismo que a mí en mi primer día como MIR. La teoría de los libros se tiene que poner ahora en práctica. Las decisiones ya no tienen cuatro posibles respuestas en un test. Ni siquiera sabes las preguntas correctas, pero tienes bien clara tu primera respuesta: «cuidar del paciente».
La palabra escrita me enseñó a escuchar la voz humana, un poco como las grandes actitudes inmóviles de las estatuas me enseñaron a apreciar los gestos. En cambio, y posteriormente, la vida me aclaró los libros.
Margerite Yourcenar: «Memorias de Adriano»
La tarea es ingente y, aunque tu motivación es grande, te parece que sabes poco. Te contaré un secreto que seguro sospechas: todos hemos empezado así y lo sabemos. Pero lo que no sabíamos ese primer día es que el riesgo más grave no es la ignorancia, sino que tus conocimientos acaben enterrando tu entusiasmo. No lo permitas.
Por María José Mas