Nos quedamos de piedra cuando vemos que periodistas, escritores, actores y otras personas con gran influencia pública se dedican a difundir información falsa sobre cuestiones médicas.

Pero más de piedra nos quedamos cuando al señalarles su error y pedirles que rectifiquen, no solo no lo hacen, sino que acusan a los profesionales de la salud de orquestar una campaña en su contra… y de ¡conspiración!
A ver, que nosotros somos simples médicos con más o menos lectores de nuestros blogs, y ellos son personas muy mediáticas con gran capacidad de influencia. ¿Por qué la emplean tan mal?
El problema no es su ignorancia, allá cada cual con sus tonterías, el problema es que dejan desconcertados a muchos de sus seguidores que confían en su criterio y al oírles decir tales cosas ya no saben si confiar en su médico, eso sí que es un verdadero problema…
¡Sé práctico! Te ofrezco las que en mi opinión son algunas claves para que puedas discernir por ti mismo cual es la información fiable.
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Por María José Mas